Existe al menos dos formas de leer/entender lo que esta sucediendo en nuestro mundo-mercado actual:
una es pensar que las empresas del sector tecnológico se están aprovechando de este boom del consumo tech para convertirse en LAS empresas más capitalizadas y por tanto dominantes
y otra forma, es que NO es que haya empresas tech sino que hay empresas que han visto una oportunidad de hacer las cosas de manera diferente a partir de la aparición de nuevas tecnologias, que por otra parte están disponibles para una gran mayoria
Uber es sin duda una de esas empresas que han generado una cultura, pero tambien Netflix que en 20 años ha convertido el añejo negocio de la TV por cable (payTV) y del Home Video en un servicio único donde los clientes pueden darse el atracón que quieran (binge) a cambio de una subscripción mensual
El matiz demoledor del modelo de negocio de Netflix es que intuyó a escala global que íbamos a una economía de servicios de acceso NO sólo en el vídeo, sino en (casi) cualquier sector
Fijaos en este caso de Yaro Ramen, una pequeña cadena de comida japonesa, que ofrece esa mezcla de fideos y verduras que forma parte de la dieta diaria de muchos japoneses y que a partir de noviembre en su app ofrece una subscripción de 75 dolares al mes por servirte un Ramen al dia en alguno de sus 15 locales
Claro el gancho de la promoción es que es más barato que comprar individualmente un Ramen al dia, pero fundamentalmente significa que Ramen netflixa su servicio ya que te quita el problema de o buscar comida o hacerte la comida todos los días
Si lo miras bajo el punto de vista de que te obliga a comer siempre Ramen, quizá pueda parecer limitado, pero al igual que con Netflix que no siempre tiene el mejor catálogo de oferta,
Pero comer a diario uno de estos Ramen te asegura la ingesta mínima recomendada de verduras, lo que supone dejar fuera el factor del capricho en la alimentación
Como podéis ver hay una tendencia en el comercio de tratar de convertir su oferta en servicios de suscripción cuya rentabilidad se basa en la fidelidad de sus clientes, a partir de ahí se inicia una batalla feroz por tratar de convertirse en tu proveedor predeterminado de ropa, comida, transporte, ocio, salud...
El matiz demoledor del modelo de negocio de Netflix es que intuyó a escala global que íbamos a una economía de servicios de acceso NO sólo en el vídeo, sino en (casi) cualquier sector
Fijaos en este caso de Yaro Ramen, una pequeña cadena de comida japonesa, que ofrece esa mezcla de fideos y verduras que forma parte de la dieta diaria de muchos japoneses y que a partir de noviembre en su app ofrece una subscripción de 75 dolares al mes por servirte un Ramen al dia en alguno de sus 15 locales
Claro el gancho de la promoción es que es más barato que comprar individualmente un Ramen al dia, pero fundamentalmente significa que Ramen netflixa su servicio ya que te quita el problema de o buscar comida o hacerte la comida todos los días
Si lo miras bajo el punto de vista de que te obliga a comer siempre Ramen, quizá pueda parecer limitado, pero al igual que con Netflix que no siempre tiene el mejor catálogo de oferta,
Pero comer a diario uno de estos Ramen te asegura la ingesta mínima recomendada de verduras, lo que supone dejar fuera el factor del capricho en la alimentación
Como podéis ver hay una tendencia en el comercio de tratar de convertir su oferta en servicios de suscripción cuya rentabilidad se basa en la fidelidad de sus clientes, a partir de ahí se inicia una batalla feroz por tratar de convertirse en tu proveedor predeterminado de ropa, comida, transporte, ocio, salud...
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